Para dar, como usuarios, con el grupo electrógeno correcto hay que valorar los aspectos que más tarde influirán en su uso una vez le demos la aplicación para la cual lo hemos adquirido. En esta ocasión, nos vamos a centrar en dos aspectos muy interesantes a la hora de tomar esta decisión. Nos referimos al alternador y al nivel de emisión acústica, es decir, el ruido. Aspectos que no debemos descuidar en absoluto.
¿Ha tenido usted que comprar un grupo electrógeno? ¿Tiene previsto comprar uno? Si es así, hágase otra pregunta: ¿Qué criterios ha empleado o emplearía para acertar la compra? La elección de un grupo electrógeno deberá llevarse a cabo teniendo en cuenta una serie de parámetros que comentamos en este artículo y que definen en su conjunto las características y funcionamiento de este tipo de máquinas.
Hay usuarios que suelen manipular su grupo electrógeno buscando así obtener de éste más potencia y, por tanto, rendimiento. Sin embargo, es una actitud desaconsejable, además de errónea. La causa de este error se encuentra en que, en la mayoría de los casos, se desconoce la mecánica de estos equipos. ¿Cómo y por qué funcionan? Se lo aclaramos en estas páginas con el ánimo de demostrar que en cuestión de grupos electrógenos y aplicaciones se cumple la máxima 'a cada uno, lo suyo'.
¿Qué es un grupo electrógeno? Una máquina capaz de transformar la energía mecánica que genera un motor de gasolina o diésel en energía eléctrica a través de un alternador. Pero estos equipos son algo más... Son fuentes capaces de dar energía de parte a parte del planeta, más allá de cualquier frontera. Su utilidad y aplicación es tanta como permita la imaginación del hombre, y la fiabilidad que han demostrado hasta ahora en su función les convierte en la fuente de energía más segura.